diumenge, 24 de maig del 2009

Los días que vivimos religiosamente (II)


2. EL DEMONIO ALEGRE

Nunca como en aquel regreso a casa, la ciudad le resultó a David Fons más odiosa y depravada. Mientras la vieja mojigata recrimina a la pareja de chicas que se besan con pasión, el pequeño Rouco ─ su yorkshire terrier─, último compañero de una vida decrépita, deposita en la acera una mierdecita caliente. El jovencito aparca su moto en mitad del carril bici y mira con desdén superlativo al ciclista que debe esquivar la yamaha por entre un grupo de jubilados que, igual que un coro, lanzan al tiempo una retahíla de improperios contra el ciclista, la Virgen y San José. El taxista frena tarde en el cruce de peatones y cuando un viandante le afea su distracción, el peseta saca a relucir al sol su desafiante dedo corazón. Son sólo algunos casos, y no de los más vistosos. Si son estos ejemplos tomados en particular, uno por uno, casi resultan ridículos y por completo banales. No obstante, era el conjunto lo que horrorizaba a nuestro muchacho. Jamás en su vida se había preocupado por el buen funcionamiento de nada, ni tan siquiera de su flora intestinal, pero, en esos instantes, después de contemplar aquella escena entre el niño y el elefante, se había desarrollado en David Fons la capacidad de captar tonalidades sutiles, mayores matices, una definición de la realidad social con una gama de colores ampliada hasta la saturación. Sin preguntarse de dónde le venía tal revelación, comprendió que el vacío es dios, cualquier tipo de vacío, también, por supuesto, el vacío entre las personas, y a pesar de ello, la gente insuflaba hostilidad y discordia y entonces dios debía irse a otro vacío, porque, por definición, el vacío no contenía nada y dios no era otra cosa. Esa idea asustaba a David Fons: la inquina, la mezquindad y la vileza, todas ellas diferentes grados de una educación deficiente, se tornaron reales y sólidas a sus ojos. Nuestro chico temía estar perdiendo la cabeza.

Con el semáforo en rojo, contemplando el ir y venir de personas, bicicletas y automóviles varios, sumergidos todos en la cadencia caótica propia de una coreografía imposible por loca y abominable, una nueva idea ─ esto es, un nuevo temor ─ asaltó a nuestro protagonista. ¿Este espectáculo urbano sería obra del diablo o, por el contrario, cumplía con los designios extravagantes del Supremo Hacedor de todas las cosas? David Fons nunca había sido un filósofo ni tampoco un pensador, ni mucho menos una persona capaz de organizar una cena para seis personas en su casa, y la cabeza, con tanta ebullición de ideas, le dolía cosa mala.

Al pasar por delante del escaparate de un H&M, una hermosa mirada rescató a David de sus turbios pensamientos. Se detuvo delante de aquel maniquí de sutil aspecto femenino. Y sin oponer resistencia ante esta figura de curvas ligeramente anoréxicas y mirada de vicio, David Fons recordó, con ternura (que es una de las mejores maneras de volver a pasar por el corazón cualquier asunto), a su ex novia. La historia del romance truncado no merece demasiado la pena; digamos sólo que ella no tuvo la culpa y que él tampoco. ¿Por qué el maniquí le trajo a la memoria su ex novia? Quizá porque, invariablemente, pensaba en ella todos los días, quizá porque recordaba a su ex novia tan hermosa como el maniquí del H&M o porque, además de las dos anteriores razones, adivinó que aquella chica y el maniquí compartían la misma cantidad de sentimientos humanos, es decir, ninguno y gracias.

“Soy un estúpido y un cobarde. ¿Cómo puedo permitir que un narrador omnisciente, que la mayoría de las veces trata de confundirse con mis propios y más íntimos pensamientos, insinúe que una hermosa chica que me amó ─ de manera ligera en exceso o que se encaprichó, cuanto menos, tan temporalmente como resultan los caprichos, de mi inestable encanto ─ y a la que yo amé con todas las fuerzas que vivían escondidas en los recodos de mi alma turbulenta, era una atractiva muchacha sin mayor encanto humano que un maniquí del H&M?”. Y dando la espalda a la tienda de la cadena sueca, David Fons comenzó a caminar con un nuevo vigor en su ánimo. “No, definitivamente no. Quién alguna vez me ha querido, aunque fuera poco y de modo superfluo, debe ser una persona más humana que un ser estéril con sonrisa artificial, ojos inexpresivos a la par que bonitos y brazos tan articulados como los de un playmobil”.

Evidentemente, la omnisciencia es la capacidad de saber todo, incluso aquellas estructuras de pensamiento no pensadas, esto es, aquellas estructuras que delimitan qué se puede pensar y qué no. En el fondo de su ser, David Fons seguía odiando con todas sus fuerzas a la chica que le hizo tocar la felicidad con ambas manos, para luego arrebatársela sin contemplaciones, largándose a Berlín con un rastas aventurero y mal músico ─ para mayor gloria del orgullo herido de nuestro muchacho ─ y condenarlo así a vagar el resto de sus días con el corazón en carne viva. Ahora, sus buenas palabras en provecho de su ex novia no ocultaban más que una triste y apolillada melancolía por la pérdida del objeto amado. El intento pueril de destruir el monstruo mirando a otra parte.

“No, no y mil veces no. ¡Basta!”, gritó con desespero David Fons. “Ella me quiso, ¡me amó! ¡Yo lo sé, lo sé! ¡Ni poco, ni a la ligera! Me amó, ¡pero estas cosas se acaban, maldita sea!”.
“¿Para qué ofuscarse de esta manera con el narrador omnisciente? ¿No debería usted estar lleno de un gozo indescriptible? Usted, dichoso entre los casi mileuristas, que ha contemplado el milagro de la metamorfosis paquidérmica”, le llamó la atención un hombre estirado en un banco y oculto bajo una manta que, por su roñoso aspecto, parecía haber sido estrenada la noche de coronación de Fernando VII.
“¿Perdone?”
“No es la pregunta correcta, muy apreciado mío. Pudiera ser que, en esta ocasión, simplemente fuera un hombre sin casa ni vida, un desgraciado a quien la Gran Depresión de principios del siglo veintiuno ha dejado a merced de la miseria, la inmundicia y un alcoholismo galopante”. Alzando un brazo por fuera de la manta, brindó al aire con un cartón de vino sujeto en la mano. “Claro está, soy muchas más cosas dependiendo del tiempo al que usted pretenda remitirse: hace diez segundos era la persona a la que usted, bienaventurado entre los precarios, ha despertado a fuerza de gritos. No lo tome a mal: uno, cuando duerme en la calle, se acostumbra al ruido de fondo, pero hay una alerta biológica, una especie de despertador, que se activa cuando se escuchan gritos demasiado cercanos”.
“Disculpe, no le había visto. No era mi intención molestar”.
“Evidentemente, sé que no quería molestarme y, sobretodo, sé que no me había visto, puesto que nadie me ve. Pero los hechos son los hechos, ¿comprende? La mayor parte de las veces los hechos son los hechos, y sólo en contadas ocasiones los hechos pueden ser considerados otras cosas, tipo un meteorito que se pasea a setenta millones de kilómetros de la atmosfera terrestre, o un gol en fuera de juego, qué sé yo… Los hechos son los hechos, incluso para usted, bienhallado amigo.”
“Eh… Perdone, no acabo de... de… Además, tengo prisa…”
“Usted tiene prisa y yo tenía sueño. Fíjese como están construidas las cosas: de tal manera que el vacío queda suplantado por cualquier otro asunto, incluso por malentendidos. No, no: me he expresado mal. Casi siempre, el vacío queda suplantado por malentendidos. Es una situación diabólica, ¿no cree, oh bien amado?
“¿A qué vienen todos estos titulitos de ‘bienaventurado’, ‘bienhallado’…? ¿Me toma el pelo?”
“Sólo trato de ser cortés. Soy un demonio alegre, pero no por eso dejo de ser cortés”. Incorporándose para tomar asiento, preguntó sin ocultar cierta malicia: “¿Por qué se molesta con el narrador que todo lo ve y todo lo sabe? Tan sólo está explicando que su ex novia era una chica que le hizo mucho daño, y que usted no ha sabido ni perdonar ni olvidar, ¿o acaso es falsa tal suposición?” Y añadió: “¿Tan terrible le supone reconocerse rencoroso y lleno de orgullo? ¿Tan poco humano se juzga?”
David Fons no supo qué contestar. De pronto, pensó que el reverso del amor no era el odio, si no la indiferencia. Pero no abrió la boca.
“Mire, vamos a saltarnos el guión preestablecido”, dijo impaciente el mendigo bufón. “Ahora yo debía proponerle tres tentaciones, una mayor y más suculenta que la anterior, y usted debía evidenciar por qué ha sido escogido como héroe de esta historia, resistiendo estoicamente a mis intentos por hacer caer al dichoso entre los hombres”. David Fons no daba crédito. Lo único que fue capaz de hacer fue encender el porro, y eso porque era un reflejo automático.
“Le propongo”, continúo el mendigo, “la realización de su mayor anhelo, directamente y sin rodeos ni preámbulos ni mayores artificios: que esa ex novia suya, esta misma noche, le pida pasar el resto de sus días en su compañía. Y tenga en cuenta que queda tajantemente excluida la posibilidad del divorcio. ¿Cómo le ha quedado el cuerpo, amigo?”
“Oiga, no sé quién es usted ni por qué le estoy escuchando. Ahora me voy a ir, y se acabó la tontería. Buenas noches tenga”.
“Le hablo en serio, querido David Fons, muy en serio. Dígame que sí, que acepta mi trato: a cambio de nada le concederé su mayor deseo. Convendrá conmigo que para rechazar un acuerdo así, hay que ser esforzadamente estúpido. Las condiciones son en conjunto ventajosas: cero interés hasta el día de su muerte... Nos han enseñado que hay que aprender a perdonar, a que el tiempo lo cura todo. Usted, que no es tonto, sabe que no son más que cuentos para niños: nadie que se haya jugado lo más preciado de su vida y lo haya perdido, puede olvidar sin más; no hablemos ya de perdonar. Hay heridas que no cicatrizan nunca. El perdón es el recurso retórico de los que no necesitan perdonar, ¿entiende usted, querido?”
Evidentemente, David no comprendía una sola palabra del absurdo discurso del mendigo guasón. Sólo sentía unos anhelos irresistibles de salir volando y alejarse de tan perturbador personaje. Sin embargo, no adelantemos acontecimientos. Antes que nada, una tercera persona, un hombre con aspecto de desempleado crónico venido a menos, se acercó a la escena protagonizada por el mendigo bufón y nuestro David Fons, de forma pausada, igual que si lo hiciera deslizándose sobre una de esas cintas transportadoras, tan de los aeropuertos. O por citar otra imagen ─menos prosaica y tal vez menos antipática que hablar de aeropuertos ─ sobre la extrema quietud que desprendía el recién llegado, digamos que se aproximó al foco de nuestra historia caminando sobre las aguas dormidas de una cala en algún punto perdido de la Costa Daurada.

dissabte, 23 de maig del 2009

Otras caras de Bolivia


Marinkovic
Terrateniente, banquero, industrial, político. Branko Marinkovic (1967, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia), está presente en la vida de la región cruceña desde todos sus puntos cardinales. Su familia, de origen croata, recaló en el oriente boliviano después de la II Guerra Mundial. Hoy Branko es el rostro visible, blanco y exitoso, de la poderosa burguesía local. Reclama autonomía, pero se le acusa de secesionista, de querer balcanizar Bolivia desde su Departamento más rico. Es el croata en guerra con los indios. Es la némesis del presidente Evo Morales.

Pero, ¿quién es Marinkovic? Sus padres, Silvio y Radmila, huyeron de la Yugoslavia de Tito tras haber apoyado el régimen nazi en Croacia. "Escaparon hace 50 años. Cuando yo era chico, iba a Yugoslavia y allí veía los radicalismos del régimen comunista", recuerda Marinkovic. La mera idea del socialismo pregonado por Evo Morales se le atraganta. Admira a Estados Unidos, donde estudió ingeniería, y desprecia al presidente venezolano, Hugo Chávez.

Su familia llegó sin nada a Bolivia e hizo las Américas en pocos años. Los gobiernos de derecha, sobre todo los militares, les beneficiaron y concedieron créditos a fondo perdido, tierras y privilegios sociales a las élites cruceñas. Silvio Marinkovic se vinculó a ellos y, en menos de una generación, levantó un emporio empresarial.

Branko es su heredero. Sus propiedades incluyen hoy unas 10.000 hectáreas para cada uno de sus cultivos (arroz, soja, girasol y maíz), además de unas 15.000 cabezas de ganado. Sólo la fábrica de aceite IOL emplea a 400 personas y mueve anualmente 100 millones de dólares. A esta lista, Marinkovic le añade la propiedad del Banco Económico y unos ingresos anuales de unos 300 millones de dólares.

A nadie escapa que Marinkovic es quien tiene el cetro del poder de Santa Cruz. Desde el estratégico asiento que ocupa en la presidencia del Comité Cívico pro Santa Cruz, sumado a su rol empresarial, su figura ensombrece a la de su predecesor, el prefecto (gobernador) Rubén Costas. Si Evo Morales encarna el nuevo espíritu indígena que rige en Bolivia y que reclama el fin de siglos de explotación, Marinkovic es el gurú que dirige las almas de los cruceños, preocupados por mantener sus privilegios históricos.

En Los barones del Oriente, el poder en Santa Cruz ayer y hoy, los investigadores Ximena Soruco, Wilfredo Plata y Gustavo Madeiros identifican al Comité Cívico como "el brazo político fundamental de la élite intelectual", sobre el que se asienta la idea de pertenencia a la comunidad cruceña. Una identidad que, puesta al servicio del Estatuto de autonomía aprobado en 2008 por referéndum ilegal según Evo Morales, articula a la sociedad local detrás de los intereses de su clase dominante. El objetivo de esta élite es perpetuar sus privilegios.

Racismo hacia los indios
Para ello, los intelectuales, que "profesan un racismo visceral antiindio", se apropiaron de los símbolos indígenas y blanquearon al camba (indio) para convertirlo en el resultado del mestizaje con los criollos. Hoy, muchos indígenas cruceños se miran en el espejo y ven a un camba. Insultan al aymara (etnia indígena), a sus propias raíces, para reafirmar la identidad blancocéntrica. En cambio, Marinkovic representa la visión civilizada, moderna, productiva y globalizadora que la élite local presenta de sí misma.

De hecho, el núcleo duro del Estatuto tiene como pilares los capítulos dedicados a los recursos naturales. Se trata de un mecanismo para frenar la reforma agraria que intenta eliminar el latifundio este objetivo de Morales es mera retórica pues llevarlo a la práctica es imposible, al menos de momento y controlar los ingresos procedentes del gas, cuyo 80% está concentrado en Tarija y Santa Cruz.

"Claro que es un blindaje contra las reformas", opina la socióloga Claudia Peña. Un blindaje contra la nueva Constitución, que será sometida a referéndum el 25 de enero, y consagra los derechos indígenas a la tierra, al reconocimiento de su lengua y su cultura. También prevé que no puedan existir latifundios (no define su extensión) ni tierras improductivas.

Este es un capítulo que desvela a Marinkovic. Según el viceministerio de Tierras, el líder cruceño se ha apropiado ilegalmente de 26.951 hectáreas que corresponden a la Tierras Comunitarias de Origen de Guarayos. La misma acusación pende sobre otros latifundios, obtenidos de la persecución y esclavización de chiquitanos y quechuas.

Balcanización
"Si el Gobierno no cede, habrá guerra civil. Ellos tienen ahora la palabra", clamó Marinkovic este año. Sus amenazas dan bríos a quienes le acusan de estar a la cabeza de un ejército en Santa Cruz para balcanizar y dividir el territorio boliviano si avanza la Constitución de La Paz. Marinkovic lo niega. Pero vuelve a amenazar: "Si nos atacan, lo que yo pienso que no sucederá, tendrán que salir escapando de nuestra ciudad. Esto lo garantizo".

Al margen del supuesto ejército, Marinkovic financia y manda sobre la denominada Unión Juvenil Cruceñista (UJC). Este grupo parapolicial, que se mueve en modernas camionetas 4X4 con la esvástica nazi, se dedica a atacar a quienes rechazan el modelo autonómico propuesto por los cívicos.

En las calles de las zonas más acomodadas de Santa Cruz es común leer pintadas que rezan "haga patria, mate un indio". Nadie las quita. Algunas están gastadas de viejas. Aquí, ser blanco es un privilegio. Branko es el más blanco de todos.

Los unionistas están detrás. También de los bloqueos de carreteras y de los ataques a indígenas. Esta promoción del racismo ha sido denunciada por la Federación Internacional de Derechos Humanos, con sede en París. Pero Marinkovic, que ha criticado a los ponchos rojos como el supuesto brazo armado de Evo Morales, justifica la acción de la UJC. Tras cada enfrentamiento y algunos de ellos acabaron con muertos, como el domingo 4 de junio durante la jornada de votación del Estatuto Marinkovic ha respondido que la sangre derramada ha respondido a una "provocación".


Rózsa-Flores

El boliviano Eduardo Rózsa Flores, un ex combatiente de la Guerra de los Balcanes que peleó por la independencia de Croacia, murió acribillado por la policía en Santa Cruz, acusado de liderar una organización terrorista que pretendía asesinar al presidente Evo Morales.

De esta manera acabó un hombre que, durante su vida, transitó por las antípodas de la política y la religión, tal como él mismo relata en una entrevista publicada en su blog de internet.

Se dejó seducir por los ideales de Ernesto Che Guevara, para después decepcionarse del "socialismo real". Encontró la paz en el Opus Dei, pero más tarde se convertiría al Islam.

Pese a que el gobierno de Morales acusó a la presunta organización terrorista de pertenecer a "una ideología de extrema derecha fascista", las múltiples facetas de Rózsa podrían confundir a cualquiera que pretenda encasillarlo.

De padre húngaro y madre boliviana, Eduardo Rózsa-Flores nació en Santa Cruz en 1960. El entonces muchacho creció en un hogar de grandes contradicciones, que se reflejarían a lo largo de su vida.

Detrás del Che
"Mi madre y su familia, católicos; mi padre, marxista y ateo recalcitrante. Ya se pueden imaginar los 'carnavales' familiares", relató Rózsa al diario El Deber de Santa Cruz en una entrevista concedida en el año 2005.

El golpe de Estado de Hugo Banzer Suárez (1971-1978) obligó a la familia a exiliarse en Chile, donde Rózsa comenzó su activismo político.

Durante el gobierno de facto de Augusto Pinochet, a la familia le tocó huir también de Chile. El destino fue Hungría, donde Rózsa ingresó a la Escuela Militar, con la idea de volver a América Latina y seguir los pasos del Che Guevara.

"No lo niego; si en ese entonces algo brillaba ante mis ojos, era la figura del Che, la guerrilla truncada y la necesidad de continuar lo que ellos no habían podido llevar al éxito", le dijo a El Deber.

Pero, el destino le tenía reservado otro rumbo. Con la finalidad de completar su formación, fue enviado a la ex Unión Soviética, donde en realidad terminaría por decepcionarse del régimen.

La decepción
"La inmoralidad, la mentira, los crímenes cometidos en nombre del 'socialismo real' son imperdonables. Habrá que usar mucho detergente para lavar esa ignominia. Te hablo de la realidad. No de las ideas. No de la necesidad que sí existe, de construir una sociedad más justa", dice Rózsa en la entrevista que reproduce su blog y que fue publicada por Imagen y Comunicación Revolucionaria en Caracas, Venezuela, en octubre del año pasado.

Más adelante, estudiaría Filosofía y Letras en la Universidad de Budapest y, por casualidad más que por convicción, empezaría a trabajar como periodista. Fue corresponsal de la agencia Prensa Latina y del diario español La Vanguardia.

"Lo que me llevó a combatir al lado de los croatas fue la rabia y la impotencia. Un pequeño país, casi indefenso, atacado por un vecino poderoso, fuerte y armado hasta los dientes... Vaya, el que deja pasar una oportunidad así, inclusive de morir, si así Dios lo dispone, por una causa indiscutiblemente justa sin tomar partido, o es un imbécil o un cobarde", dice Rózsa a El Deber.

Este viernes, el Ministerio de Exteriores de Croacia confirmó a la agencia de noticias EFE en Zagreb que Rózsa Flores tenía la ciudadanía croata, igual que Mario Tadic, un miembro de la organización desarticulada en Bolivia que ahora permanece detenido.

Una vida de película
El año 2000, la directora de cine Ibólya Fekete llevó a la pantalla grande la vida de Rózsa, en la película Chico, un film que mereció algunos premios internacionales.

Lo curioso de la cinta es que el propio Rózsa es el protagonista del film y esto se debe, según dijo él, a que la película fue rodada en varios países y en varios idiomas que debían ser hablados por el actor, en este caso, él mismo.

Allá por 1995, Rózsa se convirtió al Islam y hasta el año pasado era vicepresidente de la comunidad islámica en Hungría. Antes de aquello, este hombre de origen judío fue miembro del Opus Dei y defendió la obra de Josemaría Escribá de Balaguer, según la entrevista publicada en su blog.

La noticia de su muerte permitió saber que Rózsa estaba en Bolivia, aunque no se sabe cuándo llegó, con qué objetivos lo hizo, ni quién financiaba su organización.
Según el gobierno de Morales su organización es la autora de al menos una decena de atentados perpetrados en Santa Cruz en contra de blancos tan opuestos como algunas autoridades del gobierno de Evo Morales, todas ellos de izquierda, y organizaciones cívicas alineadas con la derecha cruceña.

Incluso, el propio gobierno dice que los planes de asesinato incluían a Morales y al vicepresidente Álvaro García Linera por un lado, y al opositor prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas.

Con unos y otros
En la entrevista publicada en su blog, Rózsa-Flores, cuando es consultado sobre el proceso venezolano al mando de Hugo Chávez, responde que "si bien es verdad, que soplan vientos -si no totalmente nuevos- al menos frescos en nuestro continente, aún queda mucho por hacer para que todos los pueblos y naciones americanas disfruten plenamente de los derechos que les corresponden".

Pero también en su blog, se pueden encontrar vínculos que conducen a organizaciones de derecha de Santa Cruz, como la denominada Nación Camba.

Y también sitios que defienden a los palestinos y fustigan a Israel, en concordancia con la posición gubernamental.


Legión Szekler
Inteligencia seguía a Rózsa-Flores desde su arribo. Lo encontraron por los registros de hoteles. Un diario rumano dice que su país y Serbia informaron a Bolivia sobre su presencia, la de Tibor y Magyarosi, todos miembros de la Legión Szekler.

Los sistemas de Inteligencia del país siguieron a Eduardo Rózsa-Flores desde su llegada a Bolivia. La información, proporcionada por una fuente de esta repartición, fue confirmada por el diputado César Navarro, presidente de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados que investiga el supuesto terrorismo en Santa Cruz, que aseguró que el boliviano-húngaro-croata y su gente fueron encontrados por su registro en un hotel, que no correspondía con ningún informe de ingreso al país. Navarro aún debe confirmar si el primer hotel al que llegaron fue el Asturias.

Sin embargo, es probable que los sistemas de inteligencia de Bolivia hayan sido alertados antes de la llegada de este grupo al país. Así lo publicó el diario rumano www.napaconews.ro, que asegura que Eduardo Rózsa, Magyarosi Árpád y Tibor Révész eran seguidos de manera permanente por los gobiernos de Serbia y Rumania, que le habrían pasado el dato de que estas personas trataban de venir a Bolivia para una “acción de defensa y liberación”.

Revézs y Magyarosi eran vigilados de manera constante por Rumania. Ambos forman parte de la Legión Szekler (Legio Siculis), un grupo paramilitar fundado en 2002 y liderado por Revézs, que cuenta con 5.000 miembros, la mayoría rumanos de etnia húngara, que proclaman la autonomía de una región de Rumania donde son mayoría.

Révész, un experto en artes marciales y combate de 32 años, fue el que reclutó gente para Rózsa de manera muy poco discreta. A través del portal www.cahil.tk publicó una convocatoria “a todos los que se sientan física y mentalmente preparados” para apoyar una acción de defensa y liberación de Santa Cruz de la Sierra. Cahil.tk fue sacado de la red, pero aún se puede ver su introducción en el portal photosniper. Allí se muestran entrenamientos de combate urbano y en aviones, dos de las especialidades de Revézs, que también reclutó al irlandés Mike Dwyer, con el que compartió y empleó en el Centro de Manejo de Riesgos de la Shell en Irlanda.

Rumania ha tratado de intervenir a los Szekler, pero éstos se presentan a sí mismos como un grupo de deportes extremos.
Según el diario rumano, Serbia, por su lado, siempre mantenía vigilado a Rózsa, contra el que combatió en Los Balcanes. Rózsa-Flores, además, era miembro de Szekler y escribía asiduamente en su portal. Cuando se le preguntaba si Révész era terrorista, respondía que lo mismo decían de él en Serbia.

Consultado sobre Bolivia recibió información de los dos países europeos, el diputado del MAS, Gustavo Torrico descartó la posibilidad y aseguró que se trató de una operación totalmente boliviana. Sin embargo, Navarro prefiere no descartar nada y dice que es posible que haya habido dicha comunicación.

Si bien Rózsa se alojó en varios hoteles con diferentes alias, Révész, Gabor Dudog, Dániel Gáspár, Ivan Pistovcák, Michael Dwyer, Tamás Nagy, Árpád Magyarosi y Elöd Tóásó utilizaron sus verdaderos nombres. Como todas las noches los hoteles envían su lista a Interpol y otras siete instituciones, no fue muy difícil dar con esta extraña mezcla de gente que dejó muchos registros en Internet de lo que pretendían hacer en Bolivia.

Peter Maldonado, informó de que Nagy, Pistovcák y Révész regresaron a Hungría sin mayores problemas.
Según el cónsul húngaro en Argentina, Mátyás Józsa, Dudog y Gáspár también están a salvo.

¿Quién es Tibor Révész?
- Lider. Nacido el 25 de junio de 1976, es el fundador de la Legión Szekler (LS). Hizo un curso de guardaespaldas en Irlanda, de combate en aviones (aircraft tactical combat) en Hungría, combate urbano a corta distancia en Egipto, distintos cursos de guardaespalda vip, respuesta temprana e intervención física (represión o antimotines), gestión de conflictos en el Reino Unido e Irlanda. Ejerció el periodismo, es experto en vigilancia con perros, guardia penitenciario, tres veces campeón húngaro en yudo, cuarto dan en Kun Fu y múltiple ganador de competencias de supervivencia.

- Legión Szekler. Es una organización paramilitar creada en 2002 en la ciudad Palhalma (Hungría). Révesz es su líder supremo. Alimenta ideologías revisionistas del territorio rumano. Busca la liberación de Los székely, una etnia de habla húngara que en torno al siglo VIII ocupó las tierras del sureste de Hungría. Mayoritariamente viven en Transilvania, en el País Székely.

- Molestias. La liga judía de Hungría se ha quejado de que sus prácticas pueden alentar en neofacismo en el país.

Hay manuales militares en la Internet
No hay confirmación de que sean los que tradujo Mario Tadic por encargo de Eduardo Rózsa, pero desde febrero de este año en la página de Internet denominada Frente Democrático de Defensa (FDD),
Justicia y Libertad, se comenzaron a colgar manuales de formación de células urbanas de defensa y ataque ante una supuesta invasión de Santa Cruz por el Ejército o por los grupos de campesinos afines al MAS. Allí hay instrucciones concretas para crear explosivos caseros, cómo convertirse en francotirador, manejar explosivos, información de inteligencia, supervivencia, instrucción física y cómo enseñar esas tácticas a otras personas.
El llamado a organizarse está firmado por el ‘Comandante Tamandúa’, cuyas referencias ligan al blog del supuesto Ejército Guerrillero de Liberación Camba. El sitio web fue creado en 2007 y tienen fotografías de una activa participación en los bloqueos por el IDH de agosto pasado. El titular del blog es el ‘Subcomandante Samou’ (Toborochi).
En los últimos ‘post’ se idolatra a Rózsa como un mártir de la lucha por la liberación camba y se acusa al Gobierno de haberlo contactado a través de dos oficiales de Ejército, el mayor Juan Bayá Flores y el teniente Alfredo Crespo Coria, por orden del ministro de Gobierno, Alfredo Rada.