dilluns, 19 de gener del 2009

Grecia Libertaria


Grecia: balcánica pero no eslava, oriental pero no musulmana, europea pero no de occidente...

Para poder entender lo que pasa en Grecia desde principios de diciembre de 2008, necesitamos dos elementos de análisis: un detonante para entender lo inmediato, y un contexto para entender el trasfondo. Para lo primero: la policía se cargó por la cara a Alexandros Grigoropoulos, un chaval de 15 años, en Atenas. Sobran los motivos. Otra gente que corrió la misma desgracia són: Jules Bonnot, Carlo Giuliani, Pedro Álvarez, Benno Ohnesorg, Patrick Argüello o Jean Charles de Menezes. Para lo segundo... es necesario elaborarlo detenidamente en las siguientes líneas. Por un lado está, ya se sabe, la persistente brecha entre ricos y pobres, la precariedad, el nepotismo, las privatizaciones y sobretodo sobretodo, la corrupción politico-económica (bueno, esto pasa en todas partes pero en Grecia más y la gente ha dicho basta. En el resto del mundo lo llevamos con resignación, es así). Otra cosa remarcable es el sistema político, que está basado en el poder de las dinastías familiares y el poco margen de regeneración política que hay debido a que es un sistema totalmente bipartidista. En los últimos dos años han habido ya dos huelgas generales con masiva participación, y un hondo malestar acumulado por la especulación urbanística descontrolada de los Juegos Olímpicos del 2004 y la picaresca y la mala gestión que rodeó a los enormes incendios forestales de agosto de 2007. Es necesario recordar también la que se lió a raíz del rechazo, de maneras y contenidos, de la cumbre de la UE celebrada en el 2003 en Tesalónica sobre el proyecto de constitución europea. Aún hay presos políticos. Por otro lado, hay la arraigada tradición de rebeldía de los estudiantes y sindicatos, respondida en cada ocasión por la no menos clásica brutalidad policial de los poderes fácticos. A raíz de la explosión estudiantil en noviembre de 1973 la Dictadura de los Coroneles cayó por un echo similar en el 1974, algo visto con buenos ojos por el resto de la comunidad internacional democristiana y socialdemócrata, cosa que no pasa ahora con la revuelta popular griega de 2008. Ahora, se pretende atribuirla a “anarquistas descontrolados” que a través de la kale borroka empleada siembran el caos en el país. La solidaridad está malvista por los jefes, y las policias de todo el mundo se emplean a fondo para que nadie se salga del circulito. De esta manera, la muerte del chaval ha desencadenado una protesta generalizada y heterogénea de las clases medias y bajas contra un Estado endogámico dominado por el clientelismo, la corrupción y el nacionalismo populista (añádele además la crisis financiera y un elevadisimo paro juvenil a nivel europeo). Siempre alguien tiene que dar la cara, pero la prensa leal al poder siempre dirá lo mismo: violentos descerebrados antisistema. Se trata de una de las mayores rebeliones en el mundo occidental contra el mundo occidental desde el Mayo del 68 y... no se trata de una rebelión de militantes sectarios antiboloña o antiG8, ni tampoco de un movimiento de los marginados tipo los de Clichy-sous-Bois y demás banlieues parisinas, que la liaron allá en 2005 poniendo en jaque à la France du Chirac. Se trata de la revuelta de los sietecentistas, lo que vendría a ser los mileuristas en España, contra el gobierno de Kostas Karamalis (que seria como el Aznar de Grecia). Es el choque antagónico entre juventud y sistema, lo que sería el rechazo absoluto a un modelo que no les tiene en cuenta, que no los forma convenientemente y que los condena al paro. Es una revuelta contra este sistema injusto que nos ha llevado a una crisis financiera brutal. Crisis provocada por los grandes banqueros, las hipotecas subprime y Bernard Madoff, y la cual las personas comunes, se la están comiendo enterita, en vez de los que la han provocado. Tengo la impresión que esto termina como la Setmana Tràgica de 1909. Ojalá nos equivoquemos. La revuelta continua, pero con sitio de Gaza esto ha quedado todo muy silenciado, pero continua. “No Justice, No Peace”, pero aquí “com sentir ploure”.